30 de julio de 2011

Colaborar con el mal no ayuda a mejorarlo ni a erradicarlo

GRANJAS DE ESCLAVOS


Mi reflexión en el día de hoy viene motivada a leer la siguiente noticia: Un incendio en una granja provoca la muerte de 14.000 pollitos

Lo primero que pensé es que ojalá estos animales no hubieran sufrido al morir. Muchos habrán pensado algo similar. Pero no valoraríamos correctamente este suceso si nos quedáramos ahí.

Tengamos en cuenta antes de nada que esta situación de confinamiento bajo la que vivían las víctimas fue creada por la mentalidad que considera legítimo que los seres humanos usemos a otros animales como recursos para nuestro beneficio. Esta mentalidad especista permite, favorece y motiva la demanda de productos provenientes de la explotación animal. 

De no haber muerto por causa del incendio esos animales habrían acabado siendo llevados al matadero para ser degollados y utilizar sus cuerpos como productos.

Si se diera la circunstancia de que alguien tuviera que morir inevitablemente por causa de un incendio, es muy probable que de poder elegir preferiría morir inconsciente por inhalación de humo —que parece ser una muerte más rápida y menos dolorosa— a morir abrasado por las llamas, que debe ser algo muy doloroso. Sin embargo, esta preferencia no legitimaría nunca el proponer que los pollos, o cualquier otro animal explotado, fueran asesinados mediante el método de gaseamiento, en lugar de otros como, por ejemplo, el degollamiento. 

Por desgracia, los bienestaristas suelen alegar este tipo de ejemplos para intentar justificar su promoción de unos métodos de explotación frente a otros. La posición bienestarista sirve de apoyo a que la explotación animal continúe, gracias al mito de que esta explotación se puede llevar a cabo de una manera compasiva o humanitaria mediante regulaciones de 'bienestar animal'.

¿Es mejor padecer la esclavitud al aire libre que hacerlo confinado toda tu vida en un espacio cerrado? Puede que lo sea, pero esto no justifica que promovamos algún tipo de esclavitud. ¿Acaso no sería mejor morir quemado de forma inconsciente que morir retorcido de dolor por el fuego? Obviamente lo sería, pero esto no justifica que promoviéramos que los pirómanos quemen animales de determinada manera con la excusa de que de esta manera las víctimas supuestamente sufrirían menos.

Si reconocemos que los animales poseen un valor inherente, y entendemos que no son cosas, entonces deberíamos reconocer también que ellos tienen un derecho moral a no ser nuestra propiedad. Si lo tratamos como nuestra propiedad entonces actuamos del mismo modo que los esclavistas respecto de los humanos que esclavizaban. Tratar a alguien como una propiedad es esclavitud, y un animal es alguien —es un ser consciente


La esclavitud sigue siendo errónea tanto si se hace a puerta cerrada o al aire libre; está igual de mal independientemente de si causa más o menos sufrimiento. Esto significa que no debemos apoyar que se realice de una manera o de otra.


Todas las medidas que pretenden reformar la explotación de los animales para supuestamente hacerla menos horrible lo que consiguen no es aliviar el sufrimiento de las víctimas sino perpetuarlo porque consiguen que la gente siga pensando que sólo importan las condiciones en que hemos esclavizado pero que no se cuestione el hecho mismo de que sometamos a los animales a ser nuestros esclavos.

Las reformas de la esclavitud humana tenían un solo propósito que era el de perpetuar dicha esclavitud, mejorando su eficiencia económica y su aceptación social. Los abolicionistas de la esclavitud humana no aceptaron la posición reformista. Esta integridad moral permitió finalmente que fuera posible abolir dicha esclavitud. Lo mismo hoy día sucede con las reformas de la esclavitud animal. Estas reformas sólo tienen como objetivo perpetuar su existencia ante las presiones que recibe. Si queremos abolir esta injusticia debemos enfocarnos en difundir el veganismo.

El concepto de mejor sólo existe partiendo de algo que sea bueno. La esclavitud es moralmente mala, así que nunca puede haber una mejor esclavitud. Pretender mejorar las condiciones de esclavitud significa en realidad ayudar a que la esclavitud continúe existiendo y con ella sus víctimas.

El bienestarismo fomenta que la gente no cuestione el prejuicio del especismo, que es la causa originaria de que las víctimas se encuentren en esa situación. La posición bienestarista facilita que el mal continúe; en lugar de ser detenido.

La forma correcta de afrontar el problema de los incendios provocados comienza obviamente por no colaborar en los actos de quienes los causan o propician que ocurran. Del mismo modo, no existe otra forma correcta de afrontar el problema de la explotación de los animales que empezando por no colaborar con dicha explotación, incluyendo los intentos por reformarla.

La solución correcta ante el problema de la explotación animal es su abolición. Y esta solución comienza en el veganismo.

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