7 de julio de 2009

Efectos contraproducentes: haciendo la explotación más eficiente y más aceptable

GRANJAS DE ESCLAVOS


A menudo se suele hablar sobre las perjudiciales consecuencias que la industria de explotación animal tiene para el medio ambiente, debido en parte a su emisión de gases contaminantes y de residuos. Así, se utiliza el argumento ecológico como una motivación para que la gente preocupada por el impacto medioambiental reduzca o elimine su consumo de productos de origen animal. Sin embargo, este enfoque conlleva importantes problemas y objeciones.

En primer lugar, quienes adoptan este enfoque medioambiental están dejando el principal problema moral apartado a un lado: el problema moral que es el uso de los animales como medios para fines humanos y la vulneración sistemática de su individualidad y sus intereses básicos que esto implica. ¿Acaso alguien se posicionaba en contra de los campos de exterminio por la contaminación que provocaban? No veremos una denuncia sobre la esclavitud y matanza de seres humanos que se enfocara en el impacto medioambiental que causaba. Dicho enfoque parte de ignorar que esa actividad en sí misma se trataba de una injusticia fundamental, aparte de los efectos que tuviera sobre el medio ambiente.

Lo equivocado de esta manera de enfocar el problema empieza ya a mostrar sus consecuencias. Periódicamente aparecen en la prensa este tipo de noticias:


Si denunciamos la explotación animal como un problema por las consecuencias negativas que tiene para los humanos —en lugar de denunciarla por la injusticia que cometemos sobre los animales— entonces lo que conseguimos es motivar una intención de reducir o eliminar esas consecuencias negativas pero sin eliminar la utilización de los animales no humanos.

Parece claro que los argumentos medioambientales —así como los otros argumentos antropocéntricos basados en cuestiones económicas o sobre la salud— no harán nada por reducir y eliminar el especismo en la mentalidad de la gente. De este modo no se desafía la creencia de que los animales existen para servir como recursos para los humanos, que está precisamente en la causa de la explotación sobre los animales.

Un enfoque centrado en el daño de la explotación animal al medio ambiente lo que consigue es que los explotadores busquen nuevas y mejoradas formas de seguir explotando a los animales pero de una forma medioambientalmente más sostenible.

Denunciar la contaminación de la ganadería industrial no es un dato que motive a que la gente rechace el consumo de animales sino que motiva la búsqueda y desarrollo de técnicas para reducir esta contaminación y para potenciar la ganadería tradicional. Así, en lugar de concienciar sobre el supremacismo humano, y promover el veganismo,  ayudamos a perpetuar la creencia de que los animales son recursos para los humanos y a motivar una reforma ecológica de la explotación animal.

Hay una gran diferencia entre tener preocupación medioambiental desde el veganismo y otra muy diferente es intentar fundamentar el veganismo con argumentos medioambientales. Una cosa es informar sobre los posibles efectos medioambientales de aplicar el veganismo a escala global, pero otra muy distinta es intentar promover el veganismo centrando el enfoque en el medio ambiente. Son dos perspectivas diferentes. La prímera sería lícita. Pero la segunda no lo sería porque consigue que la gente no se cuestione la explotación animal como una injusticia en sí misma, y además tiene los efectos contraproducentes que ya hemos visto.

El enfoque medioambiental no sirve para justificar el veganismo como un imperativo al que estamos obligados moralmente, ni tampoco sirve para condenar la explotación animal en sí misma. Hay muchos usos de animales que no dañan el medio ambiente y los que sí lo hacen pueden ser reformados para reducir ese daño. Sólo el argumento moral, fundamentado en principios éticos universales, puede sostener el veganismo como una obligación ética.

Los estudios muestran que la aplicación global del veganismo sería ambientalmente sostenible, pero el veganismo se fundamenta en el respeto moral hacia los seres sintientes. Es necesario lograr un profundo cambio de mentalidad en los humanos. Para expandir el veganismo en la sociedad necesitamos la concienciación ética fomentar la empatía y la consideración hacia los demás animales.

2 comentarios:

  1. También he pensado lo mismo sobre este tipo de argumentos, pero: ¿De que forma se podrían utilizar para ser coherente con el veganismo y no dejar la cuestión moral de lado? Pienso que hay gente adulta, por ejemplo, que nunca van a considerar moralmente a los no-humanos y veo en estos argumentos de salud y medio ambiente otra forma potente de convencerlos; en los niños, sin embargo, conviene evitar la educación especista desde un principio y educarlos en la consideración moral de todos los animales sintientes porque esto llevaría al cambio, desde las nuevas generaciones, pero las viejas tienen su ideología antropocentrica bastante arraigada, por lo que veo difícil que los argumentos éticos y morales funcionen en su caso. Puedo estar equivocado, ¿qué opinas? Saludos desde Chile.

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    1. Bueno, antes de nada, yo no entiendo por qué alguien supone que deberíamos utilizar esos datos de alguna manera. No tenemos por qué hacerlo. Pero si decidimos hacerlo entonces considero que la única forma correcta de usar esos datos, a mi modo de ver, es explicar por qué el veganismo es realizable en la práctica y no supone en absoluto un mayor daño al medio ambiente (y a los animales que viven en él) que la situación actual. Así es como yo lo enfoco:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2015/08/la-confusion-de-claudio-bertonatti.html

      Los datos deben servir para explicar lo que pasaría si implantamos el veganismo a nivel global, para así demostrar que, lejos de ser dañino, resulta beneficioso para todos. Los datos deben servir para refutar los ataques contra el veganismo que dicen que aplicarlo a nivel general supondría un desastre medioambiental. Con esto me parece que ya tenemos bastante trabajo.

      Y digo yo: ¿por qué no nos centramos en la gente que tiene sentido moral, que tiene empatía y a la que le importan los demás animales, en lugar de pensar en esas supuestas personas que no tienen ninguna inclinación moral sobre los demás animales? Ese enfoque centrado en la gente más difícil de convencer me parece absurdo. Un enfoque razonable debe centrarse en quienes son más proclives a comprender y aceptar una determinada visión.

      Hay millones de personas en todo el mundo a las que sinceramente les importan los demás animales. Hay millones de personas con conciencia moral. Pero esas personas todavía no son veganas ¿Por qué no nos centramos en ellas en lugar de preocuparnos por aquellas que supuestamente nunca se harán veganas y tratar de buscar alguna forma fraudulenta para evitar que exploten animales? ¿Por qué?

      ¿Por qué perdemos tiempo en personas que supuestamente nunca saldrán más allá de su egoísmo en lugar de emplearlo en motivar y ayudar a aquellas que sí son potencialmente veganas? ¿Por qué?

      Por tanto, esa cuestión me parece que está muy mal enfocada y que estamos gastando nuestras energías de una forma profundamente equivocada.

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